miércoles, 14 de agosto de 2013

Clase política, lealtad o deslealtad.



Desde hace ya algún tiempo vengo notando en el interior de mis entrañas un rechazo a la clase política, una desidia e incluso podría llamarse, fobia.
Y me preguntaba, ¿Por qué?, si se trata de quien ha hecho realidad y ha dado forma a las luchas de nuestros antepasados y las nuestras, por la igualdad y por la libertad por los derechos de todos los ciudadanos de esta tierra en la que vivimos y con el sueño y la promesa de trasladar sus logros a las tierras de donde procedemos.
Y creo que ya se el porqué, porque son unos desleales, porque se han acomodado y solo piensan en su beneficio, si en el beneficio de la clase política, sin importarles las consecuencias, es curioso que antes, antiguamente, la clase política, luchaba por los logros de sus conciudadanos, sin importarles sus consecuencias, que en muchas ocasiones, en muchas, les costó la muerte o la privacidad de sus derechos y libertades.
Ahora, todos, porque los que dicen que no, pero no hacen nada por cambiarlo, son iguales a los que dicen que no pero lo hacen, repito, todos, solo piensan en sus beneficios, si no, ¿por qué?, solo se ponen de acuerdo para mantener sus privilegios, sus logros, aunque alguno sea ilícito, como por ejemplo el complemento de vivienda, o las dietas, o…, paso que me voy de lo importante.
Engaños, mentiras, falsas promesas, falsas esperanzas, joder que la lista de “virtudes” que tiene nuestros políticos es interminable.
Y todo porque tienen unos votantes permisibles, que se lo permitimos todo, que nos da igual lo malo o ladrón que ha sido fulanito de tal, porque es de mi “PPPSOEIU” y eso es lo que cuenta, que somos más “talibanes” de nuestros partido o tendencia política que “hincha” de nuestro equipo, “fan” de nuestro grupo o… que somos tontos.
Que nos han seguido inculcando el miedo al “que vienen los otros” que nos hemos olvidado de lo esencial, nosotros el pueblo llano, que es capaz de hacer una revolución o echar a un ejército invasor y… lo que se proponga.
Que a estas alturas del parido NO somos capaces de aprender de otras democracias que si bien es bueno y sano tener cada uno nuestra idea política y luchar y votar y pelear por nuestra forma de pensar y de ver la sociedad que más nos gusta, que más nos interesa, que más nos hace sentir bien y felices. De reconocer las virtudes de unos y de castigar los herrones de otros sin importar quien ha sido el de las virtudes o el de los errores.
Insisto, si no somos capaces de dar el siguiente paso en la evolución y educación democrática, ESTAMOS PERDIDOS.
NO me interesan ni reyes ni iglesia, ni izquierda ni derecha solo quiero gente que exija a sus políticos que estén implicados con su pueblo.